La superioridad moral genera las condiciones para una sociedad más intolerante y violenta.
Cita Cristián Rubio Adriasola, Director en ChileSuma.
En una columna en La Tercera Carolina Tohá, menciona como un parteaguas moral para ella, que Kast no condene la dictadura de Pinochet sin matices. Aunque reconoce que Kast condena las violaciones de DDHH, no acepta que reconozca los avances en otras dimensiones. Sin embargo, cuando ella se refiere a sus antecesores políticos (la generación de izquierda de los 60), comenta de “sus metidas de pata”. Es decir, se puede hacer matices en su sector, aunque tales eventos hayan causado la pérdida de vida humana. Cuando el PS y el MIR reivindicaron la lucha armada para avanzar al socialismo a fines de los 60, y asesinaron entre otros al cabo Luis Fuentes, fue distinto. Le podría decir a la familia del carabinero muerto por miembros del PS que fue “una metida de pata”…
Identificarse con cierta superioridad moral le hace mal al país, ha justificado muchas violaciones de derechos humanos por parte de “tantos jóvenes idealistas”. Las violaciones a los derechos humanos deben ser condenables siempre y son inaceptables. Tampoco se trata de jugar a la teoría del empate. Sin embargo, hacer un juicio histórico comprensivo sobre los distintos periodos buscando entender (que no es lo mismo que justificar) nos ayuda a aprender de los errores, reconciliarnos e intentar construir un futuro mejor para todos. La superioridad moral genera las condiciones de una sociedad más intolerante y violenta. Uno de nuestros pilares de ChileSuma es justamente la tolerancia:
Tolerancia
En ChileSuma la definimos como permitir el respeto de las ideas y opiniones entre personas que no coinciden. Donde en una sociedad democrática, la diversidad cultural e ideológica enriquece la discusión pública de los miembros de una nación. El peligro radica en la intolerancia, en la incapacidad de concebir al otro como un igual y en esa ciega superioridad moral. La intolerancia está llena de prejuicios, se deja influenciar fácilmente por los estereotipos y lleva a situaciones de violencia y pobreza. El respeto al otro es condición de posibilidad para el diálogo constitucional que se nos viene.
Para ello cito el escepticismo de Max Colodro sobre el proceso constituyente, declarado en programa de YouTube de El Líbero, sobre; El Libro Negro del comunismo Chileno de Mauricio Rojas;
Yo sintiéndome parte de una cultura de centro-izquierda democrática, tengo claro que hay un sector importante de la izquierda chilena que no es parte de esa cultura (el PC y parte del Frente Amplio) y que no tiene ningún interés en reconocer que vivimos en un país que tienen una de las derechas más importantes del mundo occidental. Que ya ha tenido dos gobiernos desde el 2010 y que no ha bajado del 40% de respaldo en elecciones generales. Y que no quiere reconocer que es un actor político legítimo y reconocido. Y eso para mí, es parte fundamental del problema que está viviendo hoy la sociedad chilena.
Sobre la superioridad moral, Max Colodro concluye;
Mientras en chile, no haya convicción en la izquierda que no hay superioridad moral, de que aquí todos tenemos una igual legitimidad, de que tenemos igual derecho a gobernar cuando ganamos elecciones y tenemos la misma obligación de ser oposición cuando perdemos elecciones, creo que estamos condenados a ser los que hemos sido desde el estallido social, una sociedad en crisis, con instituciones desagarradas, una democracia fallida, donde se aceptan las reglas de la democracia cuando gana un sector, pero no cuando gana el otro y donde hay sectores que buscan echar abajo un gobierno que gana las elecciones en 2ª vuelta. Mientras no se resuelva ese problema, veo muy difícil que podamos construir una sociedad y un chile donde podamos tener un proyecto de país en común.
Revisa todos nuestros siete pilares en Chilesuma.org
Cristián Rubio Adriasola Director de ChileSuma.
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